Tras el arribo de la Selección al país, después del recibimiento histórico en el Área Metropolitana de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma, con casi 5 millones de personas que se movilizaron, la fiesta de celebración se alarga en los lugares de origen de los jugadores. El defensor de la Selección fue recibido por una multitud. El agasajo principal se llevó a cabo en el Monolito de Embalse.

Como evento final dentro de la serie de homenajes, Molina pasó a ser desde hoy ciudadano ilustre, reconocido por el Concejo Deliberante, fue nombrado como embajador deportivo por el Municipio, le hicieron dos murales y recibió la llave de la ciudad. Visiblemente emocionado, Nahuel Molina habló ante la multitud: «Es difícil hablar con tanto cariño, con tanta gente que se acercó. Estoy muy feliz por todos mis compañeros. Y ahora feliz por cada uno de nosotros, que estamos acá festejando. Somos campeones del mundo».

Si bien se había informado, en un primer momento, que Nahuel Molina llegaría a Córdoba este jueves, el defensor llegó a Calamuchita el miércoles pasado. Antes de pisar su pueblo natal, el campeón de 24 años aterrizó en el aeródromo de Villa Rumipal, en una avioneta privada, donde fue recibido y ovacionado.